miércoles, 5 de septiembre de 2018

¿Qué es currículo?



El currículo es todo y nada:

Es algo así como una guía pero no Virgilio.

Se puede interpretar como un plan pero no sirve para planificar, ni se puede tomar literalmente como un plan, porque es más como un proceso que orienta, pero que no marca ningún proceso en sí, debido a que su naturaleza es equiparable a un proyecto que no se puede proyectar; que cuenta con tres etapas: diseño, desarrollo y evaluación. El diseño por más que se intente va a ser precario, el desarrollo por más que se medite va a ser impredecible, la evaluación por más que se fundamente va a ser imprecisa y tendenciosa.

Currículo es quizás de esas palabras que no tienen traducción al español, ni interpretación fija en algún idioma, quizá en el védico, el sánscrito, el arameo o el esperanto tengan mayores nociones de su composición. Esto, debido a que tenemos acepciones para currículo como hormigas, calorías y cuerpos celestes. 

Para entender qué es el currículo se puede encender la tele: la programación allí contenida forma parte del currículo; se puede escuchar las conversaciones en el Metro y caer en cuenta que evidentemente eso constituye currículo; se puede perder una tarde viendo memes en facebook y por supuesto que tiene que ver con currículo. 

El currículo es como una cena árabe, cada quien puede meter la cucharada en la misma olla y no hay quién dirija o arbitre. En el mundo del currículo podés hacer algo bueno y te ganás una piedrada o algo malo y te ganás el nirvana. 

Se puede entender también, como el tema del día en el parque Bolivar: de lo que todo el mundo habla pero nadie tiene ni puta idea si va o viene y qué contiene.

Para mayor claridad: es entender para qué sirve el trinomio cuadrado perfecto y porqué Pi está presente en lo insospechado, en porqué en la UdeA nos estamos quedando sin presupuesto y quién baña al jabón, también es tener clara cómo desdoblarse y cómo hacer oro alquímico.  

Lo que se dice y se calla es currículo, al igual que lo que se sabe y se ignora, lo que se sospecha o se tiene certeza, lo que se mueve o se queda impávido, lo que fluye y se estanca, lo que abrasa y lo que abraza, lo que ama y lo que sangra. 

Claro, claro, todo es pertinemente parte del currículo: morderse la lengua, ir al baño más de una vez, tomar 16 vasos de agua al día, tratar de no pisar las líneas de las aceras, bloquear y desbloquear a alguien en el chat, buscar la menuda para ajustar el pasaje, quedarse dormido y adentrarse en un barrio que se desconoce, perder un parcial o sufrir insomnio, tenerla clara o tambalear en tinieblas.

Es además, una dosis intermedia entre ambrosía y cicuta, es nada más y nada menos que el hijo del Oráculo y de Leteo, que se tambalea en la inseguridad de saberlo todo y la seguridad de vivenciar la ignorancia en su máxima expresión.

Salvo contadas veces, currículo tiene que ver con el campo académico o pedagógico, porque este es más como el final del arcoiris, la entrada a la Atlántida, es el gusano portal, es el umbral del triángulo de las bermudas y del círculo de las pantalonetas, es donde vive pie grande y donde van a parar las monedas que se caen y nadie más las vuelve a encontrar, es el motor del que no prepara clase y es la píldora del que se inyectó tres wikipedias. Es donde termina Einstein y empieza Lewis Carroll, donde se gradúa un Borges y un insolente sabandija, ambos con honoris causa.

Es por supuesto, un gota a gota y es el que le puso el nombre al huesito de la felicidad, al "nies" y definió molleja y los niños índigo. Concomitantemente, es sinónimo de "guri guri", de "materile", de "alquitrán", de "aletheia", de "vaho", "ether", de ácido desoxirribonucleico, de paideia, cosiaca, cuchiflí, oblivion, cambalache y eviterno. También sirve para reemplazar la expresión "¡Carajo!" o "Amén", para expresar distopía, gratitud pasada por agua o el anuncio del portátil cuando la batería se está agotando.

Currículo es pues, un estado de constante y perpetua onmisciencia, omnipresencia, ovni, homúnculo, omóplato, onomatopeya,onírico ¡Oh, no!

Abarca desde la nariz de la esfinge, hasta el bosón de higgs. Es lo que sangra sin herida, es el hielo flamante y la luz que se escucha, la música que se huele, el tacto que se ridi-curriculiza.   

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